AMATISTA
El nombre de la
amatista (que procede del griego y significa - sin embriaguez- tiene su origen
en la idea de que, si una persona llevaba un amuleto hecho con esta
característica piedra violeta a una celebración o fiesta, quedaría protegida de
la embriaguez. Esta extraña creencia hizo que la amatista fuera sumamente
popular en la Antigüedad en Egipto y Grecia.
ARISTOTELES EXPLICA
Así la misteriosa relación
entre esta atractiva
gema y el estado de sobriedad.
Durante una orgia
etílica, Dionisio, el dios del vino,
secuestro a una joven
ninfa llamada Amatista con
la intención de
gozarla. Ella rogo de inmediato a la
diosa de la caridad
que la salvase y al punto quedó
transformada en una
reluciente joya en las lubricas
manos de
Baco.
Como es comprensible,
este prodigio le despejo al
instante y le hizo
sentir una honda vergüenza. Para
expiar sus culpas, dio
a la reluciente piedra el vello
color violeta pálido
de su vino preferido y juro que,
a partir de ese día
todo aquel que llevase esa
piedra estaría
protegido de sus modales de
borracho
Una explicación
totalmente distinta y mucho
menos fantástica es la
que ofrece otra antigua
leyenda, que habla de un intento de
envenenamiento.
El veneno mortal se
colocó en una copa hecha de
amatista y cuando la
victima a la que iba dirigido
bebió de esa copa, el
veneno no surtió efecto.
Se llego después a la
conclusión de que la persona
que entrase en
contacto con la amatista seria
inmune a los efectos
de cualquier bebida.
La capacidad mágica de
absorber el alcohol del
torrente sanguíneo es
solo uno de los muchos
poderes ocultos de la
amatista. En sus otras
capacidades es
conocida en distintas culturas
por diversos nombres,
como la piedra del obispo,
piedra caritativa,
elevador, piedra de la curación,
piedra de la paz y
piedra del amor. En su papel
de elevador, debería
prevenir la perdida de energía.
Como piedra de la
curación, se supone que protege
contra la debilidad en
el sistema inmunitario.
Las personas mas
crédulas afirman también que
si se lleva en el
cuerpo protege contra la neuralgia,
los coágulos de sangre
y el cáncer. En su condición
de piedra de la paz,
se piensa que defiende contra
el estrés y la
violencia, calma los temores, cura la
histeria y, poniéndola
en la cama, derrota el insomnio.
En siglos anteriores
se decía también que defendía
a su portador de los
ladrones.
Como piedra del amor-
san Valentín la lleva
constantemente, según
se dice- tiene fama de ser
uno de los mejores
regalos entre amantes.
Desmond
Morris
Aixia dende
Galiza
2013
Material acima enviado para o grupo by Asun Carretero